2.8.11

Bergman sobre "Casablanca"

Todos hemos gozado con la maravillosa obra maestra "Casablanca" alguna vez. En ocasiones pronunciamos algunas de sus famosas frases, recordamos su melancólica "As time goes by", celebramos la despedida más sorprendente de la historia del cine o reconocemos a algún que otro actor secundario en otras producciones.

De Rick, admiramos su romanticismo envuelto en la piel de un duro e individualista norteamericano decepcionado. De Ilsa gusta todo, desde la dulzura de su tez hasta la actitud preocupante, inquieta y tensionada que luce durante toda la pelicula desde la fatal reunión en el Café de Rick hasta el momento de la despedida en aquel brumoso aeropuerto.

Mucho se ha escrito, se ha hablado y se ha discutido sobre esta obra maestra del cine clásico por lo que no es mi intención prolongar y confirmar las mismas reflexiones de siempre. Me parece más apetecible reproducir aquí, partes de una entrevista que le hizo el productor Richard J. Anobile a la actriz Ingrid Bergman en la que se recoge algunas de las claves para conocer un poco más la película y una visión particular sobre la misma.


De cómo David Selznick intentó convencer a Bergman para protagonizar a Ilsa Laszlo:

Un día me llamó y me dijo: "tengo un papel maravilloso para ti. La Warner Bros está haciendo una película titulada Casablanca y vas a ser la mujer más maravillosa de esa ciudad. No sé de qué trata, pero me alegra mucho que la hagas porque vas a ir muy bien vestida".  Yo estaba un poco confusa y le dije "pero no me puedes convencer de que haga algo que no sabes de qué trata! A lo mejor el papel no es bueno..."


Del desorientado rodaje:

No sabíamos lo que íbamos a hacer de un día para otro. A veces estaba molesta. Se trataba sólo del esqueleto de una película y lo trabajábamos día a dia. Yo tenía el problema de que había dos hombres (Paul Henreid y Humphrey Bogart) enamorados de mi, así que les dije a los guionistas "con cuál de esos dos hombres termino?. Y me contestaron: "todavía no lo hemos decidido, así que rodaremos dos finales".
Llegamos al final de la película y cuando rodamos el primer final, en el que Claude Rains y Bogart se pierden en la niebla, nos dijeron que aquello era todo y que no era necesario rodar el otro final. Con toda esa confusión teníamos muy poca confianza en la película. Para gran sorpresa nuestra ganó en los Oscar.


De Bogart:

No le gustaba demasiado los cambios en el guión. No le conocí mucho, le besé pero no le conocía. Solía encerrarse en su remolquey rodeaba de amigos y hombres de negocio y gente así. No estaba de buen humor. Pero era un compañero excelente porque trabajaba a fondo. Yo siempre quise trabajar con él aunque me asustaba, así que volví a ver "El halcón maltés" varias veces para acostumbrarme a él.
La última vez que vi a Bogart fue en Italia, cenamos junto a otros amigos y se mostró molesto porque yo hubiera dejado Hollywood para dedicarme a rodar películas italianas que en aquella época no tenían ningún éxito. Recuerdo que le dije: "Soy una mujer muy feliz, lo que tal vez sea tan importante como ser cabeza de cartel en Norteamérica."


 


De la decepción de rodar en los estudios:

Todo era falso. Todos los árabes y toda la gente de Casablanca eran extras disfrazados. Recuerdo que les rogué al productor y al director que fuéramos a Casablanca pero estábamos en guerra y no resultaba fácil viajar allí por lo que todo fue rodado en los estudios de la Warner.





De la reacción francesa:

En París, cuando se estrenó, no les gustó. Les desagradó el punto de vista político. La quitaron enseguida, pero hace poco volvieron a estrenarla en cinco cines de París como una película nueva, resulta extraño.








Del elegante vestuario:

Intervine en la elección del vestuario. Había una serie de diseños que discutí con el director y el productor y nos pusimos de acuerdo entre los tres. Todos los vestidos que llevo en Casablanca podría llevarlos hoy.







De la versión de Allen:

He visto "Sueños de seductor" y quise comprobar quién dice "play it again Sam" en Casablanca. Comprobé que ninguno de nosotros dice exactamente esa frase, pero la película de Woody Allen era muy divertida.

Del paso del tiempo:

La película años después sigue teniendo atractivo debido a los elementos sentimentales y a la glorificación de la "Marsellesa" y todas esas cosas. A la gente le gustan esas cosas, algo en lo que se equivocan las peliculas modernas. En Casablanca hay de todo, desde amor a heroísmo y asesinato....tiene un tempo muy acertado. Hay mucha acción, no hay ni un momento muerto.