27.2.11

Entre copas y dicha

En el año 2004, se realizaron peliculas que me interesaron como "Mar adentro", que me exaltaron como "Largo domingo de noviazgo" y que me emocionaron, véanse "El fantasma de la opera" y "Los chicos del coro". Pero, sin duda, de todas las de ese año, yo me quedo con la cata de emociones, belleza, musicalidad y por supuesto, de vino, que ofrece "Entre copas".
Esta deliciosa pelicula ocupa un puesto destacable entre mis preferidas. El motivo principal: porque, entre otras cosas, yo veo cine para dejar escapar mi mente hacia otros lugares, situaciones y personajes ajenos a mi vida y no hay pelicula de reciente producción que lo consiga tanto como esta. Lo tiene todo: fusiona agudeza y carga emocional con vitalidad y humor, un guión inspirado por la novela "Sideways" de Rex Pickett's que sirve como modelo de adaptación y si a esto le unimos un cuarteto de actores acertado y necesario, ya tenemos un 10.

Una cata de vinos, un viaje por carretera destino California's Santa Ynez Valley, para despedir de la soltería a Jack y a su amigo novelista fracasado Miles de la crisis de los 40 tras su ruptura matrimonial y dos sanas y novedades en sus vidas - Maya y Stephanie, son los ingredientes de la pelicula. Las chicas juegan un papel clave en los procesos terapéuticos de los amigos. Un dúo cómico dispar que comparten poco más que su historia y una juventud desaprovechada y marchita, con temor hacia el futuro incierto, y que inevitablemente chocan con la realidad, un contraste claro con la frescura y la capacidad de arriesgar de las chicas.

Dirigida por Alexander Payne, americano de padre griego, puede que sea ese gen europeo el que induce a Payne a tallar peliculas que invitan a la reflexión sobre el desorden de la vida y las imperfecciones humanas, alejándose de los parámetros del cine hollywoodiense. Retando las ambiciones de los estudios por hacer taquilla, Payne escoge a sus actores y prescinde de una opción apetitosa como la de George Clooney por no ser un perdedor creíble para los espectadores. Payne en alguna ocasión, comentó que "realiza peliculas atemporales con personajes realistas e historias inteligentes, inspiradas por los clásicos americos de los años 70 y las grandes de producción italiana". También en palabras del propio director, "existe ahí fuera un público ansioso de peliculas ilustradas - más lentas, observadoras y humanas y que merecen ser realizadas." Y es ese equilibrio entre la humano y lo "divino" del vino lo que se consigue en esta cinta.


El cuarteto de actores cuidadosamente escogido, lo componene: Paul Giamatti, Thomas Haden Church, Virginia Madsen y Sandra Oh (casada con Payne en aquel entonces y divorciada en 2006). La revelación es Virginia Madsen (Maya), sensual actriz de los años 80 olvidada y a la que Payne devuelve, aunque por poco tiempo la popularidad, convirtiéndola en una preciosa camarera obsesionada con las delicias del vino y que cautiva a Miles.

Lo que ocurre entre ellos es la materia de la pelicula y no debe ser revelado aqui, sólo he de destacar que Miles y Maya protagonizan una de las escenas más apacible y conmovedora de las que he visto en los últimos años. Sentados en el porche de la casa de Stephanie, tras la cena, Miles y Maya disfrutan de una copa de vino hablando de vino. El le describe las cualidades de su uva predilecta, la Pinot Noir, y mientras menciona la finura de su piel, su fragilidad y falta de adaptación a cualquier medio, ella se da cuenta de que se está describiendo a si mismo y es ahí cuando descubre que se está enamorando de el. Todo ello envuelto en una banda sonora empapada en jazz que dirige el escocés Rolfo Kent y que recrea atmósferas bucólicas difíciles de superar.

Un brindis por este deleite de corte vintage que se acerca mucho y bien a todo lo bueno que se puede esperar de la vida y de las personas. Es como el Cheval Blanc, una ocasión especial.

16.2.11

El proceso Paradine

No está escrito que todas las películas del maestro Hitchcock tengan que ser obras maestras y "El proceso Paradine" dicho en palabras del propio director: "me cagué en ella porque no creo en las peliculas que no hacen dinero, sobre todo si son mias." fue una de las que no lo fue.

Aun cuando Hitchcock culpa al productor y guionista David Selznick del fracaso en taquilla de la película, reprochándole, entre otros asuntos propios del Hollywood de aquellos años, la fatal elección de Gregory Peck  ("Peck fue un gran error") y de Aida Valli ("otra idea aburrida de David") como epicentros de la trama, el asume con igual aceptación las críticas como la del The New York Times : "una pieza pulida de entretenimiento estático".

La obra fue estrenada en 1947 entre "Encadenados" y "La Soga", esta última, mi predilecta del maestro. "El proceso Paradine", quizás no ha sido tan resaltada en su extensa filmografía, ni siquiera tiene una entrada propia en español en Wikipedia y eso que el peso de la pelicula descansa sobre Gregory Peck, pero la pelicula es un hito en el género "courtroom" y eso es innegable aunque sólo sea por la calidad de los diálogos en términos judiciales.

El elenco de actores que rodean a Peck son dos "pesos pesados": Charles Laughton y Charles Coburn y ambos me convencen en sus papeles de sentenciadores entrañables. Puede ser que las actrices principales de esta pelicula no fueran las más solicitadas del momento, o que no ocuparan un lugar privilegiado en el escaparate estelar de Hollywood en aquellos años, pero no por eso dejan de llamar la atención. Al menos Ann Todd, la firme testigo del enamoramiento de su marido hacia esa otra mujer y Ethel Barrymore, portadora de la única nominación a los Oscar que obtuvo esta pelicula. A la actriz principal, Alida Valli, la prefiero en otras representaciones, como la de "El Tercer Hombre"
Lo que más me ha seducido de la pelicula ha sido el primer encuentro entre el abogado y su defendida en el que el cae rendido ante su enigmatismo y ella conocedora de sus atractivos, captura cruelmente su corazón.
Hitchcock dijo de ella en su momento, que la pelicula era una "historia de amor incrustada en las arenas movedizas de un juicio por asesinato" aunque considero que para que fuera una historia de amor, los dos personajes tendrían que haberse enamorado y no fue asi.

No le llaman a Hitchcock el genio del suspense por nada por eso aunque su realización costó casi lo mismo que "Lo que el viento se llevó", y no obtuvo la acogida esperada, no deja indiferente aunque en ocasiones echo en falta más regularidad en mantener la intriga, al margen de que me pasé las dos horas esperando a que se besaran.

13.2.11

El club de los poetas muertos

Supongo que muchos de los textos que se han escrito sobre la pelicula "El club de los poetas muertos" comienzan con..."Oh Capitán mi capitán" o con "Carpe Diem". A mi también me seduce la idea pero prefiero recurrir al "recoged las rosas mientras podais" de Whitman. Primero por homenaje a Walt Whitman y segundo por que representa las aspiraciones de todos los que hacemos un esfuerzo casi a diario para traspasar nuestros límites rutinarios y extraerle "el meollo a la vida" en palabras de Thoreau.

En 1989, Peter Weir, maestro de la intensa narrativa dramática de múltiples capas, dirigió con éxito esta historia ambientada en la Norte América de finales de los años 50. La llegada de un profesor de literatura con ideas atrevidas sobre la reflexión y el libre pensamiento, trastoca las vidas de un grupo de alumnos hambrientos de escucharse a si mismos, a sus impulsos, deseos y aspiraciones, motivándoles lo suficiente como para que hicieran de sus vidas algo extraordinario.

Robin Williams interpreta a Mr Keating, excéntrico e inspirador, experto en romper las pautas tradicionales, cuestionador del pensamiento convencional. Williams, actor de perfil eminentemente cómico, consigue en esta obra, sensibilizar a aquel público que a principio de los 90 despertábamos a la lucha por la razón, la justicia, la igualdad, el amor.  Mr Keating es un catalizador con un modus operandi subversivo y sus chicos lo acogen, lo reciclan e incluso lo llevan a la práctica rodeados por una galería de moral acomodada en el que las consecuencias de tanto desato está mas penalizado que reconocido. Aún asi, ¿quién no quiso fundar un club de los poetas muertos al volver a su casa después de haber visto la pelicula?.

Algunas de las escenas de la película ocupan un lugar imperecedero en la historia del cine, como el mítico final en el que los alumnos se despiden del profesor Keating desde lo alto de sus pupitres mostrándole que están de su parte, que le admiran y le agradecen. Destacables también son la escena de la arriesgada primera reunión en la oscuridad de la cueva y la inolvidable primera clase de literatura de Keating. Y como acompañamiento, el amor: la escena en la que Knox se arma de valor y deja fluir sus sentimientos hacia la novia de Danbury, la chica de sus sueños.

Una bella banda sonora a cargo de la sensibilidad de Maurice Jarre, merecedor de 3 premios Oscar por otras tres obras maestras del cine - "Lawrence de Arabia", "Doctor Zhivago" y "Pasaje a la India" nos transporta a una época predominantemente ocre, castaña y verde, una estética envuelta por el frío y la niebla del bosque, a un crisol de emociones y a los placeres de la literatura.

Con el paso del tiempo, la película ha sido objeto de análisis sociológicos, psicológicos, de metodologías didácticas, de interpretación de la poesía etc..etc.., yo prefiero reternerla en mi memoria no como una herramienta de trabajo, sino como una continuación de deliciosas escenas que satisfacen mi espíritu dramático y esperanzador.  












6.2.11

Flashdance

No es una gran pelicula, de eso no cabe duda pero "Flashdance" tienen en su palmarés, el haber influido a toda una generación de bailarines quienes motivados por los sacrificados logros de Alex, su protagonista, pudieron dedicarse a su gran pasión: el baile. Porque yo tenía sólo 7 años la primera vez que me llevaron a verla al cine y al salir de la sala, yo sólo quería bailar. Creo que ese fue el efecto del hechizo de Adryan Lyne, quien consiguió infundir casi de manera subliminal, un mensaje de ilusión, de aspiración, y de iniciativa que invita a "Take your passion and make it happen", reflejo de la política que emprendía los Estados Unidos cuando el final de guerra fría se acercaba y la varita americana iba convirtiéndo al capitalismo todo lo que tocaba.

Adryan Lyne, director de origen británico, icono para muchos de los que admiramos el cine de la década de los 80 y artífice de peliculas que despiertan a toda una generación como las obsesivas "Atracción Fatal" o "9 semanas y media" dirige el video musical mas largo de la historia: Flashdance. Cuentan que rechazó hasta tres veces dirigirla pero finalmente terminó aceptando el reto e impuso un estilo propio que convirtió a la pelicula en una referencia para los realizadores de videos musicales, ansiosos por influir en la cultura pop de la época.

La excelente coreografía corrió a cargo de Jeffrey Hornaday, quien también nos regaló un par de años mas tarde otra quizás menos intensa pero igualmente artística "A Chorus Line". Desde la fuerza del "Maniac" y la obligatoria escena en la que se rocía con agua en el escenario bailando "He's a dream"  hasta la ya inmortal "What a feeling", oscar a la mejor canción interpretada por una gran voz, Irene Cara. También "Lady lady lady" pone los pelos de punta aunque una sofisticada "I'll be here where the heart is" de Kim Carnes hace las delicias de cualquier romático.

Música y danza se fusionan correctamente en esta pelicula "brillante" repleta de cuerpos sudorosos de esfuerzo, calentadores y mayas casi a la cadera. Una obra musical que popularizó al hasta entonces marginal break dance, que reveló a Jennifer Beals como artista, que impulsó a una incipiente MTV y que marcó un hito en mi manera de entender y apreciar la música y la danza como uno de los ejes principales a largo de mi vida.

5.2.11

Me acuerdo

En el dialecto propio de la región italiana Emilia Romagna, "Amarcord" significa "me acuerdo".
Ahora lo se, pero de más pequeña pensaba que tenía más relación con el amor que con la nostalgia. No es que no haya amor pero es evidente que la nostalgia es el hilo conductor de esta obra maestra del cine Felliniano del año 73.

Hurgo entre mis recuerdos y "me acuerdo" primero de su música, compuesta como no podía ser de otra manera, por Nino Rota, maestro de talentosas y agradables melodías incluida la del "Romeo y Julieta" de Zefferelli, una de mis predilectas.
Sigo buscando y encuentro escenas tronchantes, otras menos y otras crudas. Escenas surrealistas
como la del pavo real en medio de la nieve, o escenas de rústicos impulsos sexuales, simbolismos fálicos, personajes apoteósicos en pleno caos, y sutiles referencias a lo miserable de una dictadura fascista (momento en el que Gradisca se entrega a un oficial fascista en el Grand Hotel) algo en lo que Fellini no insistió demasiado y por lo que fue entonces criticado. ¿Fue acaso Chaplin desacreditado por no incluir escenas de torturas a las víctimas del régimen nazi en "El gran dictador"?
En cuanto al reparto, destaco el papel de Puppella Maggio quien se esmera por dar vida a la mamma en permanente estado de enfado a la italiana y eterna manejadora de los difíciles componentes de su familia entre los que se encuentran el abuelo tocón, el tio caradura, el padre malhumorado y los hijos, inquietos, traviesos y preguntones. Todos ellos rodeados por los míticos vecinos - la guapa, el guapo, el maestro, la maestra, la tabaquera, la puta y el cura.

Amarcord es un relato excelentemente narrado sobre el peso de la nostalgia y la identidad a la que recurrimos con frecuencia de adultos.  "Recordar" Amarcord, es recordar a Bergman en "Fanny y Alexander" a Tornatore en "Cinema Paradiso" o a Woody Allen en "Dias de radio". Son peliculas repletas de despertares y emociones, emociones que sólo se viven en esos años, los de la inocencia pero también la picardía y la inercia a lo desconocido, años en los que todo es pura magia, como en Amarcord.

1.2.11

Nada como la Commonwealth para el cine

Me da vértigo escribir sobre una pelicula tan de actualidad como "El discurso del Rey" pero me ha gustado tanto que no puedo dejar de recrearme en ella.

Es gris y en ocasiones falta movimiento pero es británica. La tartamudez del rey Jorge en ocasiones llega a desesperar, pero logrado el efecto, es británica. Una estética cuidada y alimentada por el perfil físico de sus personajes de corte clásico es un gran acierto y encima es británica. Helena Bonham Carter con su ya característico rostro modelo polvos de talco (en la versión de la Alicia de su marido da hasta grima) lagrima con gran credibilidad y es que es británica. Colin Firth está como siempre, en su dominio perfecto del papel con su empaque y elegancia natural, es británico. Derek Jacobi  no tiene un papel demasiado presente, está, pero solo de refilón - es el cura que intenta mantener las tradiciones, las formas y a las personas de su confianza en orden, la curia en su plenitud pero es británico y parece que siempre ha desempeñado este mismo papel. Lo bueno si breve, dos veces bueno...

Pero quien no deja de impresionar por la virtud de transmitir emociones es el actor Geoffrey Rush, interpretando a un personaje de gran integridad y seguridad, un claro contraste con la incómoda actitud del rey Jorge al que debe ayudar a recuperar su autoestima para superar de paso su tartamudez. Rush es australiano, es de la vieja escuela pero de la de Queensland. No es británico pero en una pelicula británica, es sublime. Cada escena es memorable, sin embargo la última escena en la que el doctor y el rey logran superar juntos la dificultad de un speech en directo, es imprescindible para vivir la intensidad de la pelicula y sus personajes.

Sospecho que se llevará más de una o dos estatuillas doradas, pero solo espero que la de Rush sea una de ellas.