27.3.11

Una dama brillante (1a Parte)


En el año en que yo nací, Liz Taylor estrenaba "El pájaro azul". Fue en 1976. George Cukor la dirigió y pasados unos años después de su estreno declaró que "Hice todo lo que pude. Lo intentamos, pero no funcionó. Era un proyecto más bien descabellado. Demasiado dulce todo. Es una película que preferiría olvidar." Hasta entonces Liz había rodado de todo unas menos y otras más exitosas en taquilla, pero podía presumir de un palmarés envidiable para ser una belleza, un rasgo que abre muchas puertas, pero que en ocasiones impide reconocimiento del talento. Vivió la vida de manera intensa y apasionada parecidos, incluso superando algunos de sus personajes. Su rostro fue, es y seguirá siendo la envidia de cualquier mujer. Las dedicatorias a Liz son abrumadores, la red está que estalla y ella no se merecía menos, ya sólo por esos ojos, se había ganado el cielo. Es tiempo de revisar su filmografía más destacable.


En 1950, con 18 años, Liz da vida a una dulcemente caprichosa y presumida Amy en Mujercitas. La crítica la respalda alegando que su interpretación es tan credible o más que la de la propia June Allyson, en el papel de Joe, pero la actriz aún no se encontraba madura, como ella misma confesaría años más tarde "con 16 años yo era una emocionalmente una niña que se encontraba atrapada en un cuerpo de mujer".  



Liz luce como nadie la gabardina en El padre de la novia, película en la que interpreta a la hija adorable y casadera de Spencer Tracy. Una comedia ligera y entrañable, iluminada por la presencia radiante de Liz. La pelicula fue un gran éxito financiero pero para Liz, esta cinta representaría su primer encuentro con la estrategia publicitaria de Hollywood, tras haberla animado a contraer matrimonio con sólo 18 años con el heredero del imperio hotelero Nicky Hilton. Ciertamente, MGM logró su cometido, la pelicula obtuvo una buena aceptación. Liz no terminó de redondear el suyo: su matrimonio con Nicky sólo duraría 6 meses.


Su primera gran oportunidad adulta llegó con "Un lugar en el sol". La película de George Stevens estrenada en 1951, contaba con la participación de Liz y de Monty Clift quien llegó a admitir que ella era la única mujer que le estimulaba sexualmente. En la cinta, Liz da vida a una bella joven de familia acomodada de la que Clift se enamora y por la que será capaz hasta de matar. Liz llegó a admitir que fue con esta pelicula con la que sintió actriz por primera vez.


La siguiente película que la catapultó a la popularidad fue Ivanhoe, pero antes y curiosamente, Liz actúa de figurante en la pelicula de Mervyn LeRoy,  Quovadis. Liz nisiquiera aparece en los títulos de crédito, fue una aparición fugaz resultante de un favor del director a la actriz. Según cuentan, durante una pelea en plena luna de miel en Roma con su entonces marido Nicky Hilton, Liz visita a LeRoy que casualmente está rodando la pelicula y con la intención huir de Hilton, le ruega que le de un papel cualquiera en la película. Terminó convirtiéndose en una discreta esclava cristiana llamada Lygia.

Otro de los tempranos papeles de importancia aunque con tintes aún de secundaria, es Rebecca, una joven judía en la Inglaterra del tardío siglo XII que se enamora del protagonista, que da título a la película: Ivanhoe, adaptación del clásico de Walter Scott. En Agosto de 1952, la crítica en el prestigioso "The New York Times" alaba la interpretación de Liz: "una fuerza sobrecogedora se percibe durante la pelicula inculcándo serias lecciones sobre la justicia y la tolerancia. Y todo gracias a Liz Taylor, en su papel de Rebecca y a Felix Aylmer como Isaac, ambos capaces de transmitir con gracia y elocuencia la franqueza de los rechazados judíos".


En 1954, Liz está imparable, estrena 5 películas: The Girl who had everything, Rhapsody, La senda de los elefantes, Beau Brummell y La última vez que vi Paris. Películas interesantes pero sin alcanzar la popularidad hasta que en 1956, llega un relevante papel en su filmografía, el de Leslie Benedict en Gigante. Junto a Rock Hudson y James Dean llenaron salas de cine, pero sin duda la atracción era ella. Su belleza es cautivadora incluso con la cabellera canosa de las escenas finales de la película. No era la primera vez que se ponía a las ordenes de George Stevens, recordemos que la había dirigido con maestría en "Un lugar en el sol". Se cuenta que en esta ocasión, Stevens hizo llorar a Liz hasta ser hospitalizada porque tras la repentina muerte de James Dean, la desesperación y tristeza de Liz no impidieron a Stevens continuar con el rodaje mostrándo una frivolidad que Liz fue incapaz de soportar. Aún asi, Liz finalizó un rodaje que la crítica calificaría más tarde de inteligente y maduro como la dulce esposa sensible y espiritual de un cabezota ranchero interpretado por otro de sus eternos amigos Rock Hudson.


FIN DE LA PRIMERA PARTE

12 comentarios:

  1. Desconocía lo que revelas sobre Monty Clift, pero no me extraña que dijera eso de una Liz Taylor de veintitantos años, capaz de resucitar a un muerto.

    Por otro lado, creo recordar que sí hubo otros fracasos en taquilla antes de "El pájaro azul". El más estrepitoso el de su famosa "Cleopatra", aunque taquilla y resultado artístico no siempre coinciden.

    ¿Nos dejas así, esperando a la segunda parte?

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  2. Ha dido muy grande, pero yo creo que ha vivido según esa vitalidad y fortaleza inherente. Lo de Monty, ya era sabido, pero no sé si es verdad, lo dice, pero creo que ha tenido más oportunidades...
    Buen post, esperando a la continuación...

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  3. Me parecía una actriz convincente y en algunas pelis hasta magnífica (Quién teme Virginia Woolf), pero su filmografía no es de mis favoritas. Diría que de ella las mejores pelis son Un lugar en el sol, aunque la tenía algo mitificada (una vez que la volví a ver no me pareció tan buena como cuando la vi la primera vez; sin embargo no está mal), Ivanhoe( peli de aventuras bastante entretenida), Virginia Woolf y La gata sobre el tejado de zinc.
    Buena entrada, Patri.

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  4. Dickson, hubieron fracasos si, he rectificado, me puede el fanatismo! aunque fueron a nivel de taquilla, no tanto para su carrera... Gracias!

    Emilio, quien fuera Liz para ser deseada por Monty!!! Nos vemos en la segunda parte!, gracias!

    Javi, gracias!, confieso que como preferida solo tengo 2 de Liz - Un lugar en el sol y La gata sobre el tejazo de zinc. Pero adoro verla en Cleopatra y la he descubierto en Castillos de Arena, madura pero impresionantemente sexy!.
    Saludos

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  5. Hola patri,

    Estupenda entrada de la gran estrella, me quedo con ganas de la segunda parte. Yo en cuanto me enteré de su desaparición, la homenajeé en mi blog y por la noche me ví mi película preferida "la gata sobre el tejado de cinc". Este fin de semana he seguido viendo películas de ella porque las tengo casi todas en DVD. Entre otras, me he visto de nuevo "un lugar en el sol" donde, elizabeth con solo 17 añitos, como cuenta la entrevista con el director, comienza a despuntar como una gran actriz.

    En "un lugar en el sol" el único que no me convence es Montgomery Clift, que en esta película, como en la de "de repente, el último verano" que también actua con Taylor y con la gran Katharine Herpburn, le veo anódino, no acabo de pillarle como actor, bueno, en definitiva, que no me gusta este actor, es lo que tiene, cuando un actor no te gusta pues no te gusta, jaja.

    Besotes y feliz día
    Lala

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  6. Gracias Lala, una vez más, opinamos igual - creo lo único que salvaba a Monty era su bello rostro, ni siquiera su cuerpo tenía gran potencial, era más bien encorvado y sin cuello!
    Transmite muy poco en sus actuaciones, siempre un tanto apático, pero creo que Liz es tan grande que incluso en algunas escenas le rescata de la innopia!. Yo he inaugurado mi ciclo de Liz con "Castillos en la arena" con Burton. Flojilla en general aunque si no las has visto no dejes de verla por Liz y por la estética y la fotografía valen la pena!. un besito!

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  7. Hola, Patri.

    Esupenda entrada sobre el mito Liz Taylor. Veo que habláis de su gran amigo Monty. a mí me parece un buen actor pero de un registro limitado. Personajes atormentados y esa mirada especial, casi como de trastornado. La muerte siempre hace al mito. Pocos consiguen serlo en vida como sí consiguió Liz.

    Un cordial saludo.

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  8. Estoy con Scotty en que Monty era un actor de registros limitados pero evidentemente, por sus declaraciones, no era ni ciego ni tonto, que Liz fue siempre mucha mujer.

    Mi blog aun le debe un homenaje por hacer del cine un arte maravilloso. Liz engrandeció el CINE, le puso mayúsculas y no solo al cine clásico. Me gustaría dedicarle algo especial.

    Tu blog no lo conocía (La web es demasiado infinita) pero me ha gustado y te enlazo con gusto)

    Nos leemos.

    Saludos

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  9. Scotty, muchas gracias! estoy de acuerdo, pero también creo que sus registros están limitados a sus OJOS...casi tan cautivadores como los de Liz. Es una pena, creo que Liz supo utilizar bien su belleza para modelar sus personajes, no así Monty. Ni siquiera remando en el lago para deshacerse de Shelley Winters tiene misterio!. un saludo Scotty!

    FATHER_CAPRIO, desde luego que en el tema Monty no creamos polémica ya que estamos todos de acuerdo, es evidente que Liz le engrandeció a el y al CINE como tu dices. Espero leer pronto tu algo especial para Liz. Gracias por tu comentario y por enlazarme, lo aprecio de veras! Un saludo y buen dia!

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  10. Creo que en El padre de la novia está irresistible!! pero el papel estrella es el de Tracy!
    Grandes películas Gigante y Un lugar en el sol. Vaya parejas!!

    A la espera de la segunda parte...

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  11. Llevo ya un tiempo desengañado del cine actual y echando mano de los clásicos, del cine a partir de los años 50 y ciertamente no hay parangón.
    Destacaría de entre ese cine, y hablando de Liz Taylor, "Un lugar en el sol" que supuso para nuestra protagonista, un punto de inflexión en su carrera. Donde comenzó a verse lo que esos ojos violeta podía llegar a transmitir. Y es que estamos ante una sublime obra del celuloide, que apenas ha envejecido y que marcó no sólo la carrera de la Taylor, sino también la de otra protagonista femenina: Shelley Winters. Acompañadas de un siempre correcto Montgomery Cliff que aquí está sublime.
    En fin, una joya que alcanza cotas de obra maestra en comparación con el panorama actual, y el más perfecto tributo para recordar a la Gran Elizabeth.

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    1. Una verdadera pena, aunque sus ultimas apariciones ya no nos dijeran nada realmente de su gran cine.
      Una actriz con una gran historia, a marcado epoca y es una de las grandes, lo sera para siempre.

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